ECOSISTEMA
La estepa se caracteriza por su relieve llano o
suavemente ondulado, temperaturas extremas, precipitaciones escasas e
irregulares, y una vegetación arbustiva o herbácea bien adaptada que sirve de sustento
a numerosos organismos, principalmente de hábitos terrestres.
Las estepas no son uniformes y encierran una gran
biodiversidad, con una flora y fauna de gran interés y numerosas especies
endémicas o exclusivas de ciertos ambientes y localidades. Son especies muy
vulnerables a las graves alteraciones provocadas por el hombre, sobre todo en
épocas recientes, por lo que sus especies animales y vegetales están entre las
más amenazadas de extinción en el planeta.

La estepa aragonesa se encuentra en dominio climático
mediterráneo continental y semiárido, el cual se caracteriza por una gran
variación térmica entre verano e invierno y por sus precipitaciones
escasas e irregulares (en torno a los 250-300 mm anuales).
La erosión actúa desigualmente sobre los yesos,
margas, calizas y arcillas que constituyen estos terrenos, favoreciendo el
desarrollo de ciertas formas de erosión. Las lluvias de carácter torrencial
forman surcos y barrancos, o arrastran rocas y barro. Además, el fuerte viento
(cierzo) también excava pequeñas depresiones, llegando a fragmentar rocas por
el intenso frío invernal.
De manera que las zonas de rocas más duras y
resistentes a la erosión, forman relieves más elevados como muelas, mientras
que las vaguadas se rellenan formando fértiles "vales" de fondo
plano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario